Rumbo a la T4 del aeropuerto de Madrid. Estamos
Sonia y yo en el coche, anoche me despedi
de mis hijos, senti un nudo profundo pues se que no les vere hasta bien
entrado en kms en la carrera y/o en la meta. La emoción es enorme cuando Sonia se
despide de mi y me encamino al cheking del equipaje.
Aunque en el avión intento distraer la atención a cosas que no sea la carrera, mis pensamientos comienzan a situarse en las calles de Chamonix.
Aunque en el avión intento distraer la atención a cosas que no sea la carrera, mis pensamientos comienzan a situarse en las calles de Chamonix.
El
transfer en furgoneta desde Ginebra a Chamonix es un trance, los corredores estamos silenciosos,
temerosos, en un estado de oración. Vamos adentrandonos en el valle y
en las primeras calles de Chamonix.
La furgoneta para, los ultimos
corredores en llegar, de la TDS y de la OCC. Las primeras pruebas estan
celebrandose, damos cuenta de ello al escuchar aplausos y animos para
unos fatigados pero emocionados corredores que se acercan a la linea de
meta. Ojos humedos, anhelamos con vivir ese momento, de ser nosotros quienes lleguemos a meta, pero no sera fácil. No podemos contener el sentimiento de experimentar esa sobreestimulación, un aumento de sentimientos, una agitación que acentua aun mas la respiración. Soy consciente de estar
muy sensible, pero intento contenerme, necesito respirar profundamente y relajarme.
Estoy inmerso en la gran fiesta de trail. Que gran momento, al lado del arco de salida, y de llegada. En la plaza del triángulo, el sonido de la megafonia que va anunciando la llegada de corredores.
Entro en el hotel Le Chamonix, las recepcionistas un encanto de profesionales, muy receptivas para la ayuda, y si además son españolas me permite tener mejor sintonia con ellas, se preocupan por si tuviera alguna necesidad y me preguntan por la carrera, todo esto hace que me sienta comodo y que calme los nervios. En la habitación, comienza el rito, la preparación de todo el material de la carrera, desplegar en la cama, es un protocolo que da calma, el controlar que todo esta dispuesto, que no falta nada, baja la tensión.
Despues me tiro a la calle, quiero darme un baño en el ambiente, por las calles de Chamonix, un paseo por el Salon Ultra Trail me distraera buscando algún regalo para la familia.
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Ahora si, ya preparada la mochila, llega la hora de ir a retirar el dorsal, hay que llevar todo el material obligatorio pues realizan un control de este en la recepción de los corredores antes de que sea entregado el dorsal y te instalen el chip en la mochila, el dispositivo que nos anclan será el que nos permita ir apareciendo en el recorrido de la herramienta live trail que aparece en la web de la carrera, y que nuestra familia nos haga el seguimiento en carrera. Como si de un buffete se tratase, en una bandeja, nos piden que enseñemos, cortavientos, pantalon pirata, buff y chubasquero.
Ahora si, ya preparada la mochila, llega la hora de ir a retirar el dorsal, hay que llevar todo el material obligatorio pues realizan un control de este en la recepción de los corredores antes de que sea entregado el dorsal y te instalen el chip en la mochila, el dispositivo que nos anclan será el que nos permita ir apareciendo en el recorrido de la herramienta live trail que aparece en la web de la carrera, y que nuestra familia nos haga el seguimiento en carrera. Como si de un buffete se tratase, en una bandeja, nos piden que enseñemos, cortavientos, pantalon pirata, buff y chubasquero.
Pero sobre todo, lo que nos hace sentirnos que ya estamos dentro del UTMB es la pulsera.
Falta preguntar por la asistencia y el transporte de la familia en los avituallamientos, y su devolución al camping aunque sea a hora intempestivas de la noche. Con la información, en el bolsillo, volvemos al hotel. Y ahora, a relajarnos por el salon del ultra trail y los estand de las marcas que participan.
Sentado en la terraza del bar del Salon del Trail, disfruto comiendome una ensalada, pasta y una buena cerveza, con una visión del macizo del Mont Blanc al fondo, maravillosa imagen. Creo que este lugar sera un buen escenario para que al dia siguiente comamos y podamos tumbarnos en sus bancos y praderas a la sombrita a descansar antes de ir a la salida.
Al ir a preparar la mochila, veo que esta tiene un agujero de unos 3 centimetros en la zona del compartimento central, cicatrices producidas en el GTP, que pone en peligro la integridad de lo que llevemos dentro. Toca usar la inventiva para arreglar al incidente, asi que recuerdo el estand del patrocinador oficial del UTMB, donde vendian parches de la carrera. alli que me enfilo. Los imprevistos se suceden, ahora observo que la pulsera de mi reloj suunto no ajusta correctamente, al faltarle un tornillo en la pulsera, asi que tambien habra que pasarse por el estand de esta marca para pedir que nos pongan otro.
Bueno toca coser el parche, y después de revisar que todo el material este preparado y ademas en buen estado, nos damos una ducha, un afeitado y nos podemos guapos para cenar en una terraza. Creo que no arriesgare un comidas, repetiré con otra cerveza, ensalada y pasta.
De vuelta a la plaza del Triangulo, subido en la tribuna observo y grabo entrada de los ultimos corredores de la TDS, antes de irme al hotel a descansar y dormir, quiero llevarme las imagenes de alegria de corredores y sus familias cruzando el arco de meta. Dejo el frontal para que me lo carguen las recepcionistas.
La mañana. No he dormido mal para ser la noche previa al UTMB. Descanso con un buen sueño reparador, mucho mejor de lo que creia, con la melodia de fondo de la megafonia y murmullo de la gente.
Soy de los ultimos huéspedes en bajar a desayunar. No hay prisa, conviene dar un premio al cuerpo, pasaran muchas horas hasta que volvamos a sentarnos a darnos un festin parecido. En conversación con las recepcionistas, hasta que se de la salida a las 18 horas, me permiten salir más tarde de la habitación y dejar la maleta en consigna, como el resto de corredores que se alojan en el hotel.
Soy de los ultimos huéspedes en bajar a desayunar. No hay prisa, conviene dar un premio al cuerpo, pasaran muchas horas hasta que volvamos a sentarnos a darnos un festin parecido. En conversación con las recepcionistas, hasta que se de la salida a las 18 horas, me permiten salir más tarde de la habitación y dejar la maleta en consigna, como el resto de corredores que se alojan en el hotel.
Comienzo a vestirme, aunque dejo los ultimos detalles, como el ponerme las zapatillas, dorsal, etc... para despues de entregar la bolsa de cambio, donde llevo de todo, para la base de vida de Courmayer.
Otra vez paseo por el Salon, donde pillo regalos para la familia, (algun buff, gorra, manquitos, pantorrilleras,..), me colocan unas calcamonias en antebrazos con el perfil de la carrera, creo que me vendran bien tener una referencia accesible y bien visibles, es tan largo el recorrido que se necesitan dos y utilizar ambos brazos,.... mirar ese perfil asusta.
Aunque tampoco me faltara una chuleta con anotaciones de controles de paso, avituallamientos,.... que no sea por información para entretenernos. En definitiva, busco estructurar la carrera por etapas, para afrontarlo mejor a nivel psicológico.
Mi última comida antes de la salida, confio en una ensalada, pasta y cerveza, comida conocida que me haga tener el estomago controlado, sin sobresaltos. una pequeña siesta, no por el sueño mas bien por ser un momento de relax antes de encaminarme a la plaza del triángulo y al hotel a colocarme las zapatillas y el dorsal.
Me anima ver el interes de las recepcionistas al comentarme que me haran el seguimiento de la prueba por el live trail. Falta un cafelito en la terraza del hotel y a colocarnos bajo el arco de salida.
De camino, la visión es espectacular, desde Chamonix, aunque hace un calor sofocante, la temperatura de unos 30º. Dias antes nos avisaron de la ola de calor que sobrevendria esos dias a los Alpes, y que tomaramos precauciones durante la prueba, hidratándonos bien.
Me coloco en el cajon de salida, en la primera fila, al lado de la cinta que separa a los pros o invitados corredores, del resto. Buscamos un pequeño reducto de sombre pues el sol es muy agresivo a las 5 de la tarde. He decidido colocarme, pues si apuras a meterte en el cajón cerca de la hora de la salida, no pilles un buen sitio. Asi que, a pasar calor.
La plaza va llenándose de publico, de corredores, la música va subiendo de volumen, como los nervios de los corredores.
Y por fin suena, la melodia, que nos embriaga, que nos hace llorar de emoción, "la conquista del paraiso" de Vangelis, anuncia la salida inminente. Y la cuenta atrás comienza, Dix, neuf, huit, sept, six, cinq, quatre, trois, deux, un, nous allons ....
Ya somos parte de la historia del UTMB. LA AVENTURA COMIENZA...
Ya somos parte de la historia del UTMB. LA AVENTURA COMIENZA...
Disfrutar y que la mala suerte no me sobrevenga.... es lo único que deseo.