miércoles, 11 de noviembre de 2015

Viaje a UTMB (1ª Parte)


Ya han pasado varios meses desde que el himno oficial de UTMB, La Conquista del Paraiso, de Vangelis, sonara en la plaza del triángulo de Chamonix.... pero todavia sigo escuchando esa canción cuando me calzo las zapatillas y me dispongo a salir a correr por la montaña. En ese momento, como en aquellos dias, mis emociones se desbordan.




El tiempo pasa de forma veloz, los momentos son efímeros, pero el poso que deja esta carrera en quién participa, marca la existencia y su recorrido para siempre, como de un corredor de montaña.


© Ultra-Trail du Mont-Blanc® - Michel Cottin - Columbia Sportswear / Mountain Hardwear

Fue por 2011 cuando vi por primera vez el cartel del UTMB, en la tienda del supermarket U en chamonix. Mi inquietud me llevo a saber mas de esta prueba. Comence por adquirir la camiseta que vendian en el establecimiento, enfundarmela, sin darme cuenta que la elección estaba hecha, el objetivo rojo ya habia sido marcado de forma inconsciente, pues a partir de ese dia, me veria envuelto en un proceso de camino de preparación, duro pero excitante, para participar en esta carrera.



Aunque todo empezaria antes, fue por 2010, cuando Sonia embarazada de Jimena andaba por el sendero de la Barranca,... acariciando los aromas de los pinos que son albergados en ese maravilloso lugar.


Alex y yo  alzabamos la mirada indentificando en unos arboles, unas balizas y carteles indicativos del paso de una prueba, aquello se llamaba GTP. Era la primera edición de una carrera, que hoy en dia es referencia en el sistema central del territorio español en carreras de larga distancia. Pues bien, mi mirada entonces se dirigía a aquellas contornos de la Maliciosa, y bola. Soñaba viendome con un dorsal bajando por ese sendero encrespado de rocas, que enlazan con la pista y que dirijen sus pasos a la meta que estaba ubicada en el polideportivo de Navacerrada.

Superado ese momento de ilusión, ya en el pueblo, enfundandonos la camiseta de la selección española de futbol, y en un estado de sugestion por el partido del Mundial que disputaba frente a Paraguay,  nos vimos envuentos en un estado de excitación deportiva, que me hizo olvidar mi verdadero alma de corredor.



La noche cayo, sentados en la plaza del pueblo, las terrazas llenas, que comenzaron a dar aplausos a unos desorientados corredores del GTP que se encaminaban al arco de meta, eran los primeros en llegar. Esa mirada dudosa y ese paso fatigado de los corredores, me hacia tener una admiración por ellos, envidia por ser yo quien portase uno de esos dorsales. Llegar a meta, habiendo atravesado riscos y veredas, largas pendientes y descensos, me invadia la emocion de ver como mis pasos se acercaban al final. Desperte, volviendo a la realidad, dandome cuenta que ya habia elegido lo que sucederia en años sucesivos, mi entrega a las carreras de ultradistancia, el germen estaba implantado, ahora quedaba fijar hacia donde me dirigiria, el proceso cual aventura era fascinante.

Un año mas tarde, estaba en la salida de esa carrera, 110km se mostraban como verdaderos guerreros a los que tenia que superar, infinidad de miedos y dudas me invadian, ¿Podria con esa distancia,? Ingenuo de mi el pensar que seria como un paseo, que el entrenamiento realizado, con asesoramiento de Gema Quiroga me habria dado una fortaleza que garantizara la finalización y el gozo de una prueba exigente. Los km se iban sucediendo, y aunque la ilusión podia a la realidad, de lo que sobrevendria, volaba sobre aquellos caminos del Guadarrama. El bajon a mitad de carrera fue notorio, motivado por la distancia, el calor y la debilidad mental, factores que todavia no tenia dominados, y que me harian volver a la realidad de ese sueño del que no estaba preparado para tal proyecto. Aunque llegue a meta, me prometi que no volveria a repetir semejante locura de distancia. Fue un engaño, que me dio la tranquilidad para replantearme como corredor donde estaba y donde queria llegar.
El viaje a chamonix se sucedio, fue algo rocambolesco, nada premeditado el elegir ese destino de los alpes franceses. Por que no pasar unos dias en ese entorno cuando era mas barato que los pirineos,y nos daba la posibilidad de conocer unas montañas majetuosas. Nos ubicamos en el valle, recorriendo y mirando esas cumbres que nos elevaban por encima de los mortales.
El paseo por Chamonix era un refugio para aliviar ese incremento de cota, de vuelta al mundo de los hombres, los escaparates llenos de prendas que nos protegerian del frio, la lluvia, la nieve. El paso era comodo, gentes de multitud de nacionalidades, estabamos en la meca del alpinismo. El paso se detuvo, la mirada se fijo en aquella imagen de la vitrina del Supermarchet U, un reloj de arena, que contenia a un corredor que alzaba los bastones hacia arriba cruzados, mostrando su extasis al acercarse a la linea de meta. Era el cartel del UTMB, estuve observando varios minutos la imagen, mi respiración y mi corazon estaban agitados, sugestionado por el anuncio de tal acontecimiento, me decidi a entrar al establecimiento, alli al lado de las cajas, tenian como estandarte las camisetas que portarian los voluntarios de la organización. sin querer estaba pagando a la cajera por una de estas, comprando mi pasaporte, aunque simbolico del camino a UTMB, sin quererlo me estaba comprometiendo a un camino que sin retorno me conducirira a participar en la prueba de las pruebas del ultra trail mundial. Sabia que portar esa camiseta no era algo gratuito, exigia un compromiso de que todavia no me habia ganado el derecho a exhibirla, no era nadie para mostrar tal trofeo, de por si, en muy pocas ocasiones enfundó mi torso, no me sentia digno de llevarla, mas aun cuando a la vuelta a Madrid, y despues de la celebración del UTMB, observe a todos aquellos participantes corredores como se enfrentaron a la aventura de un recorrido embarrado y nevado, algo epico que me hacia desmerecer portar tal prenda. Aquellos guerreros lucharon dos dias por hacerse con el sueño de conseguir ser Finisher. Yo debia de prepararme para conseguirlo.






Los años posteriores se sucederian, la presion por conseguir los puntos para participar en el UTMB, el ir viendo como iban endureciendo los requisitos de participacion, me iban sensibilizando que el reto era majestuoso, durante este tiempo las dudas se incrementaron pues mi paso por las distintas pruebas, ultras, me estaban haciendo volver a una realidad, que avisaba de la dureza de una carrera a la cual yo no estaba preparado para enfrentarme con las armas que disponia.
La exigencia de los entrenos, la sucesion constante de problemas estomacales en las pruebas, por la mala gestion de lo que bebia y comia; la sobrecarga de entrenamientos que me derivaban en molestias y lesiones musculares, me llevo a plantearme el camino que estaba recorriendo. Es cierto, que aquel corredor que comenzo, siendo muy superficial y guiandose por lo somero de todo lo que envuelve a las carreras de montaña (entrenadores, equipamiento, consejos sanitarios, de alimentacion,....), llega ahora a ser mas trascendental, el alma impregna al corredor, el control de la mente para ser sensible a las voces que desde nuestro cuerpo se alzan para avisarnos de como nos sentimos, me dio la pauta para disfrutar de esto que pasa de ser un deporte a un estilo de vida.
Cuatro años de planificaciones de entrenos anuales, de mantener una entrega a un esfuerzo fisico y mental, que por si solos tienen mas dureza que el enfrentarse a lo que seria la fiesta de participar en el UTMB, marcan la fortaleza y espiritu de un corredor. Lo fundamental estaba hecho, ahora faltaba que el azar me encontrase en un sorteo que como todos los años regala a unos cuentos soñadores, la oportunidad de disfrutar y conquistar el paraiso del Mont Blanc.




Este último año importantisimo, con la ayuda de Nerea Martinez, planificandome los entrenos, duros, muy duros. Un año clave, el enfrentarme a un calendario (Ultra del Pirineu, Genaro Trail, Sunrise Trail Madrid, Aldeos do Courel, GTP, Infinite Gredos Run) que buscaba ir aprendiendo a gestionar pruebas, y a algo muy importante que en ocasiones olvidamos, a la gestión psicológica de las carreras, el punto más importante para ir con garantias a UTMB, y la gestión de este calendario con tu entorno mas inmediato, mi familia, los que han sufrido la dedicación del corredor por hacer cumplir mi sueño. Que importante, el que tus hijos y tu pareja te miren a los ojos y crean en ti, su compañia en la prueba tendra un enorme peso. en mi caso, sera clave para que mi motivación no se desviase del objetivo, llegar a Chamonix.